En la segunda clase del taller de periodismo salimos a preguntar a la gente sobre su pasado y lo más
importante que recordaba a cerca de él. Nos presentamos pero algunos estaban
renuentes a respondernos, mientras que otros fluyeron más en sus historias.
La primera persona, un hombre de tercera edad, no se veía muy
convencida al momento de respondernos y se limitó a mencionarnos que se lugar
de origen es Veracruz. Allá vivía en un rancho donde creció cuidando animales
en el campo tranquilamente. La siguiente señora fue un poco más viva al
relatarnos su infancia en la escuela Álvaro Obregón, nos contó que le gustaba
ir a Casa de la cultura a la biblioteca y también al Parque Teniente Guerrero a
pasar el rato.
Finalizamos yendo a un módulo del PAN donde entrevistamos a cuatro personas. La
primera de ellas un supuesto candidato juvenil, se salió del tema y comenzó a
platicar sobre la violencia, pero la siguiente persona rescato la actividad
mencionando que ella venia de Guadalajara, donde vivió una infancia muy bonita
junto a sus padres con los cuales salía a pasar agradables domingos en el
parque. El tercer sujeto fue en nuestra opinión el que dio un relato más vivo. Su
niñez fue muy tranquila, salía a jugar junto con todos sus amigos hasta el
anochecer y recuerda que las calles aun no estaban pavimentadas, que la ciudad
aun no era tan peligrosa y las casas estaban siempre abiertas sin temor alguno,
mismo punto que toco la persona a su lado, una señora nacida en Monterrey que
se identificó con el relato de su compañero.
Tijuana es un ciudad que está llena de personas de otros
estados que por alguna u otra razón llegaron a establecerse aquí y tanto ellos
como los Tijuanense comparten el deseo por revivir su infancia.
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