Por Nefy Tovar
La naranja me
trae recuerdos de Sonora, de cuando fui por allá del año 2002 fue para operar a
mi padre del corazón. Él necesitaba una operación a corazón abierto y por esa
razón tuvimos que trasladarnos a Sonora. Era el único lugar con la tecnología
para realizar ese tipo de operaciones en aquellos años. De ese viaje tengo recuerdos
muy vividos.
Cuando
teníamos que ir a comprar comida y caminábamos desde el hospital hasta el
centro de Sonora. En realidad no es muy lejos, pero a pie si es bastante la
caminada. De todos modos solo fue así como empezamos a conocer el lugar. Cuando
caminaba desde el hospital hasta el centro fue cuando vi ese detalle. No sabía por
qué los naranjos estaban de la mitad hacia abajo sin fruta y de la parte de
arriba con las naranja intactas. Cuál fue mi sorpresa al descubrir la razón.
En
realidad eso pasaba pues la gente no alcanzaba las copas de los árboles, pues
no son muy altos. Aún así la gente no se interesa por comer las de arriba pues las
naranjas abundan en todas las calles. Se ve muy bonito, parece que la gente las
arregla de esa manera. Todos los árboles sin excepción están sin fruto de la
mitad hacia abajo.
Algo súper
curioso que me pasó fue cuando fuimos a
comer a un restaurant del centro, en una plaza donde hay muchos localitos de
rica comida mexicana. Yo andaba con bastante hambre y decidí pedir un grandioso
omelette, ya se imaginaran. Lo más curioso fue que la persona que me lo iba a
preparar me pregunta si quería mi omelette con blanquillos. Sonó tan divertido
pues anteriormente le había preguntado si sabía hacerlos y me contestó
apresuradamente que sí, que no me preocupara. Por eso me dio mucha risa pero
bueno el cocinero hizo todo lo posible por complacerme y terminé comiendo muy
sabroso.
Mi papá salió
muy bien de la operación y nos regresamos a Tijuana. Siempre me pregunto si
todavía estarán los árboles a la mitad todos o la gente ya agarra una escalera
y le da por bajar todas las naranjas. Yo creo que no, pues abundan por doquier
y no les hará falta comer. Al contrario, yo digo que les da lo mismo o ya hasta
se enfadan.
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