Rancho San Miguel El Grande, de Tlaxiaco, Oaxaca.
Todo comienza cuando mi papá y mamá hacen planes
para ir de vacaciones a Oaxaca a pasar la navidad con mis abuelitos, ya que el
deseo de uno de mis abuelitos era que sus hijos y nietos se juntaran.
Mis
papás y hermana se adelantaron ya que yo aún no terminaba los exámenes del
tercer parcial en la prepa.
Viajo
a México con una tía, donde estuvimos un día, fuimos a caminar por algunos
lugares de la ciudad para hacer tiempo. En la tarde, a las 9:00 p.m. en la Tapo,
esperando a que saliera el autobús para poder llegar a San Miguel, con hambre,
compramos una pizza y estaba salada.
Al
siguiente día pasamos por un pueblo que se llama Chalcatongo de Hidalgo, donde aún
nos llega la señal. Nos fuimos directo al rancho de donde es mi mamá, Benito Juárez,
llegó emocionada por ver una vez más a mis abuelitos. Todo bien el primer día,
nos quedamos y al siguiente nos regresamos a San Miguel, ya que ahí estaba mi otro abuelito, llegó y saludó a mi
abuelito, después a mis tíos y primo.
Mi
papá, como ya había estado unos días antes, me dice en qué partes del lugar había
señal y por eso me gustaba estar en San Miguel. Pasaron los días y los
jueves íbamos a Chalca. Igual mis
primos que también habían viajado desde Tijuana, aprovechábamos para subir
fotos.
En
San Miguel no llegaba la señal, así que subían por mí para bajar a comprar una clave y poder tener
internet. La clave nos costaba 10 pesos por una hora. Uno de los días que íbamos
a Juárez, yo me quería regresar ya que no tenía señal. Me pregunta uno de los tíos
de mi mamá por qué me quería regresar y
no quedarme, le contesté que quería agarrar señal. El, muy lindo, me contesta
que me ponga a escarbar y que entre la tierra iban a ver unos cables delgaditos
y que esos eran los que daban wifi. Como había gente se rieron, porque ellos sabían
que no era verdad. Me enojé y me fui a dormir y sin querer se hizo tarde y nos
regresamos a San Miguel.
Pasaron
muy rápido los días ya que yo me regrese antes. En el camino hacia Oaxaca ya tenía señal. Sin querer ya
estaba en Tijuana, feliz de la vida ya
que tenía mucha señal.
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