Por Paulina y Jazmín Flores Morales
En una esquina de Casa
de las Ideas encontramos una panadería, se podía percibir el rico y delicioso
olor a pan recién sacado del horno. Al entrar vi que salía la dueña de la panadería,
muy sonriente y muy agradable. Me fascinó el lugar. Cuando nos vio entrar
mandaba por unos ricos y deliciosos tacos. Cuando se iba, el niño le preguntó
de nuevo a su madre que cuantos tacos, ella le había contestado que dos cada
uno. No había pasado ni un minuto cuando al niño se le ocurrió preguntarle otra
vez y ella le contestó: ¡Ya lárguense! Ese momento me dio un poco de risa y la
señora se empezó a reír también.
Yo iba a lo mío, le hice algunas preguntas y
ella me contesto cortésmente. Le pregunté qué comida le gustaba más y me contesto
que la comida italiana. Al terminar con las preguntas nos despedimos deseándole una excelente tarde.
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